Estamos rodeados en cualquier lugar donde nos encontremos de energías nocivas que no vemos y que somos no solamente capaces de percibir, sino sentir. En más de los casos, tales energías causan bloqueos energéticos a nuestro Campo Energético Humano (campo áurico), lo cual conlleva a la enfermedad, malestar, fatiga y demás trastornos físicos y/o emocionales con todas sus consecuencias.
En la práctica de radiestesia, diseñe y registré un método personal, el cual permite mediante el empleo de varillas en L (de bronce), péndulos, y demás instrumentos radiestésicos, poder obtener información, entre otras, donde la energía este bloqueada, estancada o disminuida.
En esa práctica, encontré fundamentalmente que estamos rodeados en cualquier lugar donde nos encontremos de energías nocivas que no vemos y que somos no solamente capaces de percibir, sino sentir.